jueves, 26 de diciembre de 2013

Festivales de Navidad

Llega la Navidad, tiempo de Amor,  de Paz, de alegría y felicidad…

Jesús nace un año más, de nuevo en un portal, nace en cada uno de nuestros  corazones y nos vuelve a traer la semilla de la esperanza, para decirnos que este mundo todavía puede cambiar, que la fuerza del amor puede ser ese gran motor que ponga en marcha el corazón de todos los hombres.

Los alumnos de Infantil y Primaria,  están  tan contentos de tenerle a su  lado que las palabras se quedan cortas para decirle a  Jesús todo lo que les haces sentir…


Así que se lo dirán  con música, ese lenguaje universal que llega a todos los corazones. Y le quieren recordar  que la  casita de sus pequeños  corazones ya está lista para recibirlo.

Aquí os dejamos con los videos del  Festival, donde podéis ver, los bailes y canciones que nuestros alumnos de Infantil, Primaria y 1º de la ESO, han regalado al Niño Jesús.




Los profes de Educación Infantil y Primaria, quieren agradecer al grupo de alumnos y alumnas  de la ESO, que colaboraron durante el festival al movimiento de los "pequeños" artistas,   entre actuación y actuación.

Pero sobre todo, sobre todo... GRACIAS, GRACIAS  a vosotros, nuestros alumn@s que con vuestra presencia hacéis posible que año tras año,  todos podamos disfrutar de estos momentos maravillosos y casi mágicos.


Sin vosotros nada de esto, sería posible.

jueves, 19 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD


La Comunidad Educativa del Colegio Patronato San José, os desea una Feliz Navidad, y espera que el Niño Jesús, nazca en el corazón de todos.


jueves, 28 de noviembre de 2013

Celebración Virgen Milagrosa


Con motivo de la fiesta de La Milagrosa, los peques del cole, lo quisimos celebrar de una manera muy especial.


Hace muchos años, en el 1830, la Virgen se le apareció a Santa  Catalina... 

Así comenzó todo



A todos los niños y niñas se os dio una medalla  para que la Virgen os proteja. Pedirle muchas cosas y no os olvidéis de darle las gracias.


 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Virgen Milagrosa



El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa, Hija de la Caridad.

Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:

"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".

Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti".
Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen",  y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María.

Así comenzó esta bella historia, sin duda una tierna historia de amor hacia los más pobres.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Carta de un padre a un hijo



     Era una mañana como cualquier otra.  Yo, como siempre, me hallaba de mal humor.
Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos, y te reprendí  porque masticabas con la boca abierta; comenzaste a refunfuñar, y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso, te levante por los cabellos y te empuje violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.

     Camino a la escuela, no hablaste. Sentado en el asiento del auto, llevabas la mirada perdida. Te despediste de mi tímidamente, y yo solo de advertí que no te portaras mal.

     Por la tarde, cuando regrese a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos unos pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos, te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos, que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa, mientras marchabas delante de mí, te indique que caminaras erguido.



Mas tarde, continuaste haciendo ruido, y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar, arroje la servilleta sobre la mesa, y me puse de pie furioso, porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa, grite que no soportaba mas ese escándalo, y subí a mi habitación.

     Al poco rato, mi ira comenzó a apagarse,  me di cuenta que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte un caricia, pero no pude. ¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido? Luego escuche unos golpecitos en la puerta. "adelante", dije, adivinando que eras tú. Abriste muy despacio, y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación, te mire con seriedad y pregunte: ¿te vas a dormir?, ¿vienes a despedirte? no contestaste. 

 
Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar, para echarte en mis brazos cariñosamente. Te abrace, y con un nudo en la garganta note la ligereza de tu cuerpecito. Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello, y me diste un beso suavemente en la mejilla,  sentí que mi alma se quebrantaba.
"HASTA MAÑANA PAPITO ME DIJISTE".



   ¿Que es lo que estaba haciendo? ¿Porque me desesperaba tan fácilmente? Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí, y ciertamente no eras igual. Tú tenías unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobre todo, sabias demostrar amor. ¿Por qué me costaba tanto trabajo? ¿Por qué tenía el hábito de estar siempre enojado? ¿Qué es lo que me estaba pasando? ¡Yo también fui niño! ¿Cuándo fue cuando comencé a contaminarme?

     Después de un rato entre en tu habitación, y encendí una lámpara con cuidado, dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entre abierta tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé. Me incliné con mis labios para rozar tu mejilla, respire tu aroma limpio y dulce; no pude contener el sollozo, y cerré los ojos. 

 
     Una de mis lágrimas cayó en mi piel. No te inmutaste. Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. Te cubrí cuidadosamente con las cobijas, y salí de la habitación.

     Si Dios me escucha y te permite vivir muchos años, algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, ojala te des cuenta que, pese a todos mis errores…….
¡TE AMO MAS QUE A MI VIDA!