
El día 28 de Junio,
íbamos llegando desde los diferentes puntos de España al lugar
de encuentro, La Residencia del Complejo Educativo de
Eibar.
Ya el día
29 de Junio, comenzamos
estas Jornadas de la mano de César Poyatos, del Colegio San Diego y San Vicente
de Madrid, donde nos dio las claves para la innovación educativa y la creatividad al
servicio del aprendizaje, para trabajar posteriormente
en grupos, que nos permitieron reflexionar y profundizar sobre el tema y las
ideas que César había compartido con
nosotros.
Y amaneció
el día
30 de Junio, bien temprano, emprendimos el viaje a la cuna de San Vicente de Paúl:
Berçeau, Pouy y Dax, al sur de Francia.
Allí se
respiraba la sencillez, la humildad y la calidez de Vicente de Paúl. La casita del Berceau, “Ranquines”, es la casa donde nació Vicente. Rodeando la casa, se encuentra la
Capilla, adornada con vidrieras alusivas a la vida de San Vicente y edificios ocupados hoy por la vivienda de
las Hermanas, Padres Paules, residencias de ancianos… y una encina con una
estatua de la Virgen ante la cual Vicente rezaba varias veces al día.
Allí todo el grupo vicenciano, tuvimos una celebración para renovar, las promesas
bautismales.
También visitamos Buglose, lugar de peregrinación, donde se venera una imagen de la
Virgen.

Pudimos acercarnos a la casa del Sr De
Comet, donde Vicente vivió con esa familia (una placa así lo recuerda) y fue
preceptor de sus hijos.
A última
hora de la tarde, y ya para finalizar el viaje, nos desplazamos hacia San Sebastián, para desde ahí partir de
nuevo a Eibar.
El día 1 de Julio tuvimos la oportunidad de acercarnos más a la figura de Santa Luisa, una mujer innovadora, de
la mano de Sor Mª teresa Barbero.
Ya por la tarde de la mano de César Poyatos, tuvimos la oportunidad de compartir
nuestras experiencias de innovación.
Concluimos estas jornadas con una cena, en la que cada uno, de los que allí estábamos,
pudimos compartir los productos típicos de cada Comunidad Autónoma, para terminar con una gran Queimada.
El día 2 de Julio, regresamos a nuestros lugares de origen.
Fueron 4 días intensos, de convivencia y
aprendizaje que han merecido la pena.