Para llegar a Belén no hace falta el camino, se llega de corazón
cuando estamos decididos a pensar en los demás, antes que en nosotros mismos.
No
preguntéis como se va a Belén, en vuestro corazón está el camino.
Si amáis
a los demás, ya en vuestro interior, ha nacido.
No
preguntéis cómo se llega a Dios, pues Dios se encuentra en vosotros mismos.
Si
habéis sabido ver en los hermanos, ellos son de Dios, el buen camino.
No
preguntéis cómo se va al portal, para ir hasta Jesús, no hay más camino que
amar a los demás.
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